La educación financiera familiar busca que la economía de un hogar sea administrada de forma correcta, para que las necesidades básicas de sus integrantes sean cubiertas en su totalidad, y así su calidad de vida se vea garantizada.
Para lograrlo, el primer aspecto que debes dominar es el de tus finanzas personales. Para ello, te invitamos a leer nuestros contenidos, en los que hablamos sobre la administración del dinero, el ahorro y qué es la educación financiera en la vida cotidiana.
¿Por qué debemos promover la educación financiera familiar?
El primer aspecto a resaltar, es que, administrar tu economía personal de forma efectiva, te hará más fácil la administración de la colectiva, pues no solo debes suplir tus necesidades, sino las de otras personas.
La educación financiera familiar te ayuda a planificar y prevenir, con el fin de que el hogar esté preparado para afrontar distintas situaciones, como el costo de la educación, el crecimiento personal o ciertos imprevistos que alteran el rumbo de los planes trazados.
Por ello, es importante aplicar claves para ahorrar en casa e invitar a sus integrantes a reflexionar y ser conscientes del uso que le dan al dinero. Si se trata de una familia con hijos pequeños, realizar actividades sobre ahorrar para niños y jóvenes, puede ayudar a promover la administración responsable de los recursos.
Conoce los tipos de ahorro familiar
Para lograr una economía familiar saludable, hay que tener en cuenta aspectos como la planificación, la definición de un presupuesto mensual, el pago a tiempo de facturas y deudas, la reducción de gastos innecesarios, la asignación de recursos para la diversión y el ahorro.
Para lograr este último, es importante saber cuáles tipos de ahorro familiar existen, así que aquí te contamos sobre ellos.
Ahorro negativo: este se presenta cuando no es posible suplir los gastos del hogar, y se debe recurrir al uso del ahorro que se tiene. Es aquí donde retoma importancia el ahorro, porque si la familia no ha construido este hábito, manejar situaciones imprevistas se convertirá en un problema más.
Ahorro forzoso: aunque este se engloba en una forma de ahorro, no depende de si lo quieres hacer o no, porque es obligatorio. Se trata de las cotizaciones a la Seguridad Social que se realizan sobre tu nómina, pero con él sabes que estás asegurando tu acceso a la salud, la jubilación, entre otros beneficios y necesidades.
Ahorro voluntario: este es el tipo que todos conocemos, y desde el FGC lo promovemos como un hábito saludable de educación financiera. El ahorro voluntario es el que aplican los miembros de la familia, destinando una parte de sus ingresos para cumplir una meta financiera o asegurar el futuro.
Esperamos que con este blog, sea más claro para ti y tu familia cómo distribuir el salario, debido a que no es una actividad que se pueda dejar a la intemperie. Porque requiere planificación, conciencia y disposición por parte de todos los integrantes de un hogar, sin importar si son jóvenes o adultos. ¡Todos pueden aportar!