Para nadie es un secreto que la crisis del coronavirus es uno de los desenlaces más amenazadores para la salud pública global que hemos visto en los últimos tiempos.
No obstante, la crisis va a ser mucho más profunda en términos económicos. Desafortunadamente la realidad es que el virus va a dejar muchas más quiebras que muertes. Esto es un hecho, y es precisamente por esa razón que es necesario que nos preparemos para lo peor.
Desde un punto de vista objetivo lo que cualquier negocio necesita en este momento es proteger una cosa: CAJA, CAJA y CAJA. Por encima de todas las cosas el flujo de caja es lo más importante dentro de un negocio, pero ahora más que nunca.
Dicho esto, he diseñado un pequeño manual con las recomendaciones más acertadas que he podido obtener no solo en mi opinión, sino el la opinión de los fondos de capital privado más reconocidos, inversionistas, gerentes y emprendedores:
- La esperanza no es una estrategia: asuman lo peor, y esto contempla un escenario con $0 revenue. Enfóquense en el producto o servicio que es la fuente más grande de ventas para la organización. Apaguen las demás iniciativas.
- Todo es negociable:en este punto no asuman que los contratos están escritos en piedra. Algo siempre va a ser mejor que nada, y esta es la mentalidad que tienen que tener para renegociar todos los términos que sean necesarios.
- Toda crisis es una oportunidad: Nadie sale de una crisis jugando a la defensiva, tienen que salir a atacar reinventándose, y proponiendo, no una vez al mes, todos los días. Como dijo Darwin “los sobrevivientes no son los más fuertes, son los que mejor se adaptan”.
- Foco en liquidez: Deben concentrar todos sus esfuerzos en tener control total de su capital de trabajo. Inviertan en iniciativas que tengan resultados tangibles inmediatos. La forma más sana de pensar es: todo lo que sea una inversión a mediano o largo plazo debe considerarse como una pérdida, por ende aléjense de este tipo de acciones.
- Corten la grasa: este ítem no va a ser popular, pero como líderes su deber es garantizar el bienestar de la mayoría. Van a tener que deshacerse de aquellos recursos que no sean productivos. No es personal, el bien común prima. Entre más rápido mejor.
- Propongan, y mucho: Póngase en contacto con su gobierno local, banco y proveedores. No esperen que les propongan soluciones, propongan iniciativas ustedes activamente y estén preparados para escuchar un no rotundo de otro lado del teléfono. No pasa nada eventualmente, de hacerse el número suficiente de propuestas algunas van a funcionar. Asuman que el accionar de las mismas va a depender 100% de ustedes siempre, en la mayoría de los casos van a tener que cargar ustedes con el trabajo pesado para hacerlas una realidad.